Permítanme comenzar este proyecto de blog con una verdad: Después de leerlo te sentirás que tienes toda la información para cambiar tu vida, sabrás que has encontrado las herramientas para ser el creador de tu realidad, pensarás que puedes hacer lo que deseas y ocho días después estarás en la misma rutina, con los mismos problemas y dando vueltas en círculos.  

A mí me encanta leer libros que me muestren caminos para conocerme y realizarme, resueno con esta información, reconozco que es verdad, pero a la hora de la práctica la situación se complica y termino pensando que quiénes logran cambiar su vida con un libro son tan solo unos privilegiados y que los mortales nos quedamos con teorías bonitas y resultados obsoletos.  

Ahora, déjenme decirte una segunda verdad: Yo efectivamente he cambiado ciertos aspectos de mi vida, sí he logrado manifestar en la realidad deseos y anhelos profundos, he comprobado con mis propios experimentos que lo que dicen este y equis cantidad de artículos y libros similares es real, por lo menos para mí, y por lo mismo me he querido convertir en mi propio conejillo de indias, porque me produce mucha satisfacción comprobar mis hipótesis personales. 

Claro, como todo, hay temas que son más fáciles para mí manifestarlos. Cuando pido señales pequeñas y poco exigentes ahí está el universo para responderme, pero cuando me centro en deseos más grandes lo que aparecen son miles de voces interiores que me niegan dichas posibilidades.  

No puedo continuar sin decirles una tercera verdad: no hay nada que un libro o un blog pueda hacer por ustedes que no puedan hacer ustedes por ustedes mismos. No hay métodos comprobados, ni técnicas exactas, no hay recetas infalibles, créeme cuando te digo: tú puedes crear tus propios modos operandi, tu propia manera de transformar la realidad, una que vaya acorde con tus gustos, preferencias y afinidades.  

Lo que les contaré en esta y en otras entregas de este blog es qué he hecho yo, qué resultados me ha dado, qué técnicas no me han servido y cuáles sí, no para que ustedes las repitan como borreguitos, para eso existen algunas celebraciones religiosas, sino con el propósito de inspirarlos a crear su propio camino, a ver que sí existe una posibilidad, a entender que todo es un proceso y que probablemente los casos de éxito son el reflejo de muchos años de trabajo, de inversiones profundas que las personas hacen en sí mismas y que la magia no es un instante sino todos los instantes.  

Hasta la próxima.